La dificultad para encontrar un empleo tras terminar los estudios universitarios hace que muchos estudiantes se planteen realizar unos estudios de Master o Postgrado cuando salgan de la Universidad.
Esto, que sin duda resulta positivo, tiene también un lado negativo, y es que la competencia también se está trasladando a este ámbito, y para ser admitido en el Máster que deseamos estudiar no siempre sirve sólo tener un excelente expediente académico o disponer de dinero para pagarlo, sino que deberemos destacar por encima del resto de estudiantes durante el proceso de selección, y lograr ser admitidos. Además del Curriculum, tener cierta experiencia profesional y dominar idiomas se consideran valores añadidos, y todo ello deberemos saber reflejarlo bien en nuestra carta de motivación.
Esto es así porque es en esa carta donde tendrás que reflejar por qué quieres acceder a un programa de Postgrado o por qué quieres solicitar una beca o ayuda determinada destinada a cursar estudios universitarios. Se debe transmitir todo aquello que no podemos reflejar en un Curriculum y que realmente nos diferencia de los demás candidatos. Es importante, aunque nos basemos en modelos para redactarla, crear una carta personal para cada solicitud que realicemos, porque ello aumentará nuestras posibilidades para ser admitidos.
En cuanto a la estructura, aparte de detalles como la fecha, firma, destinatario, encabezamiento, despedida, etc., que no debes olvidar, debes dividirla en tres párrafos:
– En el primero recoge todo lo relativo a tu formación académica que sea relevante para el Máster al que optas.
– En el segundo recoge tus motivaciones para solicitar el Máster, qué te puede aportar a tu desarrollo profesional y a tus expectativas de futuro.
– En el tercero debes reflejar por qué quieres cursar ese Máster en concreto y, si está ligado a una Universidad o Centro, por qué quieres estudiar en el.
Finalmente no olvides cuidar la presentación y la ortografía.