Cuándo son necesarias las clases particulares

Cuando vemos que nuestro hijo, por mucho esfuerzo y horas de estudio que dedica a una o varias materias no puede aprobar la asignatura, mientras que en el resto de materias su rendimiento es normal o incluso bueno, es el momento de plantearnos la necesidad de que reciba clases de apoyo para ayudarle a superar la asignatura, bien sea con un profesor particular que acuda a nuestro domicilio o matriculando a nuestro hijo en una academia especializada en clases particulares.
Tanto en el caso de las academias como de los profesores particulares el objetivo es que nuestro hijo mejore en la materia en la que tiene dificultades. La principal diferencia es que en la academia las clases suelen ser de unos diez alumnos y los niños deben desplazarse a ellas, mientras que en la clase particular el profesor se centra en las necesidades específicas del alumno y no es necesario desplazarse.
Normalmente es más económico contratar una academia que un profesor particular, pero en este segundo caso tenemos la ventaja de que el día que no haya clase no hay que abonarla, al contrario de lo que ocurre en la academia.
Lo que sí deben tener claro los padres es que matricular a un niño en una academia o contratar a un profesor particular no significa que tenga garantizado el aprobar la asignatura. El trabajo del profesor le ayudará a mejorar, pero es necesario que impliquemos al niño en las clases, explicándole que debe esforzarse por superar la asignatura, sin que en ningún momento el profesor pueda suplir dicho esfuerzo.
En cualquier caso, no se debe olvidar que esta es una medida de carácter temporal, por lo que, en el momento que veamos que nuestro hijo está capacitado para superar la asignatura debemos suspender las clases particulares, para evitar que el niño termine dependiendo de su profesor.





