El primer día ante una clase
Muchas personas sienten desde jóvenes la vocación de dedicarse a la enseñanza. Por ello, una vez terminados sus estudios, bien a través de unas oposiciones o bien siendo contratados en escuelas privadas pueden por fin dedicarse a aquello que tanto les gusta.

Sea cual sea el centro en el que van a impartir las clases el nuevo docente se encuentra con uno de los momentos más difíciles de su carrera como profesor, como es el primer día en el que se enfrentan a sus alumnos. Para superarlo, existen una serie de herramientas que harán que comencemos con buen pie nuestra carrera docente:

- Planifícate la clase: Si sabes lo que vas a hacer durante la hora u horas que dure tu primera clase, te sentirás más seguro. Puedes comenzar por comenzarte brevemente y explicarles cuáles son los objetivos del curso, siempre adaptando el nivel de las explicaciones al de los alumnos a los que vayas a explicar.

Es bueno hacerte un pequeño guión que no te haga perderte en divagaciones. No olvides que ese día estarás nervioso, por lo que una pequeña guía con las palabras claves te dará la seguridad para seguir adelante.

- Cuando comiences a explicar la materia, haz primero una explicación general y después párate en los detalles. De este modo, los alumnos tendrán una idea de lo que les vas a explicar y les será más fácil entenderlo.

Recuerda que en todo momento la flexibilidad es muy importante. Debes estar atento a si los alumnos van comprendiendo tus explicaciones, por lo que es bueno, de cuando en cuando, hacer preguntas sobre lo que estás explicando, para verificar su nivel de comprensión.

- No pierdas los nervios si tienes algún problema de disciplina. El primer día muchos alumnos se dedican a “probar” al profesor, sobre todo si es nuevo. Si ves que puedes manejarlo, adelante. Si no, no dudes en pedir ayuda a un compañero.