Seguro que en algún momento de tu vida has tenido que realizar algún test, independientemente del tipo que sea. Generalmente estas pruebas son muy frecuentes en los procesos de selección de personal, ya que para las empresas es una manera eficaz y rápida de evaluar y conocer un poco mejor las competencias y el carácter de los candidatos al puesto.

Existen diferentes tipos de test en función de lo que queremos conseguir de los participantes. Uno de ellos es el proyectivo, es decir el que a través de estímulos, como por ejemplo posibles situaciones, colores y formas, se trata de conocer aquellos aspectos de la personalidad que son determinantes en el puesto de trabajo.

Existen puestos de trabajo para los que se requiere tener una serie de conocimientos específicos o habilidades concretas para poder desempeñarlos con total competencia. En estos casos seguramente deberás realizar el denominado test de conocimientos, que es aquel que sirve para evaluar el grado de las nociones y habilidades que tiene una persona y saber si las ha adquirido durante su experiencia laboral.

Normalmente estos test están orientados en medir la capacidad del sujeto en aspectos como la memoria, fluidez verbal o la capacidad de razonamiento abstracto, así como de otras habilidades específicas como los conocimientos de informática u ofimática.

Si debes hacer tests de este tipo para lograr acceder a un puesto de trabajo, te dejamos unos consejos para que lo superes con el mayor éxito posible:

Bien sea durante nuestros estudios universitarios o si nos decidimos a estudiar una oposición, tendremos que enfrentarnos a exámenes tipo test, que se utilizan sobre todo en procesos multitudinarios porque permiten averiguar con gran objetividad y fiabilidad si se han adquirido los conocimientos sobre una determinada materia.

Sin embargo, muchos estudiantes temen la realización de este tipo de pruebas, ya que muchas veces la semejanza entre las diferentes opciones que se nos plantean como respuestas puede hacer que nuestra elección sea errónea o pueden contener enunciados largos y farragosos que dificulten la comprensión y nos hagan perder mucho tiempo y provocar así que suspendamos el examen.