Beneficios de ser bilingüe para el cerebro
Bien porque haber nacido en un territorio en el que conviven varios idiomas o por la necesidad de movernos con mayor facilidad en un mundo cada vez más globalizado, cada vez es más natural que los niños aprenden dos o más idiomas desde edades muy tempranas, lo que les permite, a los pocos años, dominarlos con toda comodidad.

Sin embargo, el hecho de ser bilingüe no sólo supone la capacidad de expresarse en dos o más lenguas indistintamente, sino que también dota de una plasticidad especial al cerebro que supone beneficios para el desarrollo intelectual del niño en otros ámbitos distintos del lenguaje.

Esto no supone que el número de idiomas aprendidos desde la niñez nos vaya a hacer más inteligentes, pero diversos estudios han constatado el hecho de las personas bilingües tienen más facilidad para realizar varias tareas a la vez, procesándolas con mayor facilidad en su cerebro al mismo tiempo y desechando con rapidez la información que no sea relevante para llevarlas a cabo.

Además, el hecho de aprender dos idiomas desde la niñez mejora la capacidad memorística de los niños, actuando como si fuera una gimnasia mental.

En quienes son bilingües de nacimiento, los dos idiomas se activan al mismo tiempo, incluso en aquellas situaciones en las que sólo tienen que utilizar uno. Esta mayor utilización del área del habla del cerebro y el hecho de que cambiar de un idioma a otro estimula en gran medida el cerebro parece estar ligada con el hecho de que el aprendizaje bilingüe retarda la aparición de problemas cognitivos de la tercera edad, como la pérdida de memoria, expresión de conceptos

Otros estudios han demostrado que puede retrasar una media de cuatro años la aparición de Alzheimer e incluso parece resultar beneficios para evitar o retrasar la aparición de la demencia senil.