
Según los científicos, es necesario que se produzca un cambio en la enseñanza actual, que se adapte a las nuevas generaciones, para poder estimular así la creatividad de los más jóvenes.
Algunas de las propuestas para conseguir esto son a través de una enseñanza que elimine la idea del castigo y que se base en el apoyo humano, dando más importancia al inconsciente y a la gestión de emociones. Los sentimientos punitivos asociados a los errores y al exceso de tensión también son negativos para la enseñanza. Asimismo hay que evitar que las nuevas tecnologías anulen la creatividad de los niños y niñas.
Las nuevas tecnologías pueden ser un complemento perfecto como material educativo, pero en la mayoría de los casos influyen de forma negativa sobre el aprendizaje de los jóvenes. Los estudiantes de la era informática manejan el cerebro de forma diferente, por lo que tienen peor memoria y su capacidad creativa también se ve afectada.
Los medios del sistema educativo hacen que la educación sea igual para todos los estudiantes, cuando en realidad lo que hace falta es una educación más personalizada en función de las necesidades de cada estudiante.
Para estimular la creatividad de los más jóvenes se tienen que dar una serie de condiciones imprescindibles durante el proceso de aprendizaje. En primer lugar hay que estimular la reflexión y el razonamiento de los niños, a la vez que tratar de conseguir que se interesen por aprender cosas nuevas y animar a que mantengan una postura más activa y transformadora de la realidad. Un profesor creativo también puede ayudar a transmitir ideas y actitudes beneficiosas.
Hay que tener muy en cuenta que el estudiante debe ser el protagonista de su aprendizaje al 100%, con el fin de motivarle a continuar su búsqueda de conocimientos.








