Cómo obtener mejores resultados en los exámenes
No siempre el resultado que obtenemos al hacer un examen está en relación directa con todo el esfuerzo que hemos invertido para prepararlo, lo que, a la larga, puede resultar muy desmotivador a impulsarnos a no esforzarnos en la preparación de los mismos.

Si sólo se produce en una asignatura, puede estar relacionado con que no la entendemos bien o se nos ha “atragantado”, pero si nos ocurre en todos los exámenes que realizamos, tenemos que revisar cómo hacemos el examen para lograr que toda nuestra preparación nos asegure un mayor rendimiento académico.

Es esencial dormir bien la noche anterior, ya que muchas veces tener el cerebro despejado nos va a permitir afrontar con mayor corrección las preguntas del examen que si nos presentamos al mismo habiendo dormido dos horas y con el cerebro totalmente embotado. Por ello, nada peor antes de un examen que quedarse toda la noche estudiando y no haber descansado lo suficiente.

Debes prestar mucha atención a todas las instrucciones relativas al examen, especialmente en lo referente al tiempo. De ese modo, podrás distribuírtelo según necesites y podrás responder a las preguntas de un modo mucho más eficiente.

Debemos leer el examen cuidadosamente y asegurarnos de que hemos entendido todas las preguntas. Una vez hecho esto, si tenemos posibilidad de elegir, elegiremos, naturalmente, aquellas que mejor hayamos preparado. Si debemos contestarlas todas, debemos comenzar por aquellas que nos sepamos realmente bien, para terminar por las que tenemos más flojas.

Si hay alguna en la que nos hemos quedado en blanco, aunque sea la que mejor nos sabemos, debemos dejarla hasta después y si no nos acordamos aún, dejarla pasar. Empeñarnos en ella sólo logrará ponernos nerviosos y quitarnos tiempo que necesitamos para contestar el resto de las preguntas.