El lenguaje corporal durante la entrevista de trabajo

Con la delicada situación económica que nos ha tocado vivir y que parece no tener fin, encontrar un empleo se ha convertido en una verdadera misión imposible. Por eso muchos profesionales se ven obligados a asistir a multitud de entrevistas, cursos, talleres, seminarios o cualquier evento que pueda ayudarles a conseguir un empleo.
Desde Estudia Curso queremos ayudarte en esta difícil tarea, y por eso en nuestra publicación digital te ofrecemos unos interesantes consejos y recomendaciones de los expertos recursos humanos que te ayudarán a superar con éxito la temida entrevista de trabajo. En esta ocasión nos ocupáramos de un lenguaje que está un poco olvidado: el corporal.
Durante la entrevista de trabajo es bastante habitual que nos traicionen los nervios y empecemos a movernos y a juguetear con cualquier cosa que tengamos a mano. Una actitud que demuestra ansiedad, impaciencia y nerviosismo, así que práctica en casa con familiares y amigos, pero trata de evitar esta actitud.

La clave es ser natural y mostrarse lo mas relajado posible, aunque correcto. Unos consejos que en la práctica son un poco difíciles de cumplir y que dependerán en gran medida de la actitud de cada candidato.
Siéntate y ponte cómodo con una posición casi de 90 grados, con los pies en el suelo y evita gesticular demasiado mientras hablas. Y por supuesto, resiste la tentación de jugar con cualquier bolígrafo u objeto que pueda distraerte a ti y a tu entrevistador.
Asimismo, también deberás evitar cruzar los brazos y frotarte las manos, porque son gestos que revelan tensión y una actitud de defensa. Lo mejor es colocar los brazos en el apoyo de la silla o ligeramente en nuestras piernas. Y acuérdate de mirar siempre a los ojos de tu interlocutor.
Otros gestos que también están prohibidos durante la entrevista de trabajo son por ejemplo morderse las uñas, jugar con el pelo y entrelazar los dedos (un gesto que representa autoridad). Por el contrario, hay algunos movimientos de tu cuerpo con los que sí puedes jugar, como por ejemplo las palmas de las manos abiertas que es un gesto de honestidad, o una postura erguida en la silla que representa seguridad y confianza en uno mismo.





