El lenguaje corporal que debes evitar en una entrevista de trabajo

Hay cosas que no podemos controlar y una de ellas es nuestro lenguaje corporal. Los hábitos no verbales son muy difíciles de dominar y dicen mucho acerca de nosotros. A veces, más de lo que queremos expresas mediante palabras.
Sin embargo, en algunas ocasiones, como por ejemplo durante una entrevista de trabajo, este lenguaje no verbal puede ser fundamental, casi tan importante como nuestro currículum vitae. Si no quieres que tu cuerpo te delate, toma nota de los hábitos que debes evitar.
La mirada y la expresión del rostro
La mirada es un aspecto determinante. En este sentido, lo ideal es mantener el contacto visual con nuestro interlocutor pero sin resultar demasiado agresivo o amenazante. Asimismo, conviene evitar miradas perdidas al vacío y movimientos corporales incoherentes que despisten a nuestro entrevistador.
Otro aspecto fundamental, que revelerá mucho acerca de tu personalidad, será la expresión de tu rostro. Conviene mantener una sonrisa natural y distendida, evitando en la medida de lo posible las sonrisas forzadas, solo por tratar de parecer simpático o quedar bien.

No cruces los brazos
No olvides tampoco que las cejas fruncidas y los músculos de la cara contraídos suelen ser indicativos de enfado y malestar. Practica en casa con familiares y amigos para tratar de corregir todos estos hábitos no verbales que inevitablemente nos delatan frente al entrevistador.
Y por supuesto, nada de cruzar los brazos o las manos que es un gesto defensivo. Lo ideal en apoyarse sobre los reposabrazos de la silla o sobre la mesa. No juegues con tu cabello, tu reloj, tu bolígrafo, tu anillo o cualquier cosa que tengas cerca, porque esta actitud revelará ansiedad y nervios.
La importancia de la primera impresión
Lo ideal para dominar todos estos hábitos no verbales es practicar hasta conseguir un buen dominio de nuestro cuerpo. Recuerda que causar una buena primera impresión puede abrirte muchas puertas profesionales.






3 comentarios
Son muy buenos consejos, pero ya bastante complicado es controlar los nervios para tener que estar pendientes de tantos detalles. Al menos, a mí, es algo que me cuesta mucho, especialmente lo de mantener las manos quietas, ya que tengo la manía de jugar con cualquier cosa que tenga a mano, ya sea un bolígrafo, un anillo o una goma del pelo. De todas formas, intentaré tener cuidado de estos aspectos cuando llegue la hora de hacer una entrevista de trabajo.
Es algo difícil no estar algo inquieto en una entrevista de trabajo; pero trataré de intentar estos consejos. Magnifica la entrada!
Muchas gracias José. Espero que te sirvan los consejos.
Por supuesto es difícil controlar los nervios, pero es posible cuando tienes cierta práctica y has hecho unas cuantas entrevistas.
Un saludo