El alemán no es un idioma fácil. No tiene nada que ver con aprender inglés, francés o italiano, por ejemplo. Sin embargo, aprenderlo puede ser vital para quienes quieren dedicarse al mundo del turismo o la ingeniería.

Lo más recomendable para empaparse de alemán es viajar hasta Berlín, la capital de Alemania. Allí es posible practicar y mejorar la pronunciación gracias a los cursos que se imparten año tras año en diferentes escuelas de idiomas. Los hay de un mes, de tres meses, de medio año, de un año… tú eliges el tiempo que quieres pasar en una de las ciudades más importantes de Europa, la más poblada del país con 3,4 millones de habitantes.

En Berlín hay muchas cosas que hacer. Visitar el Museo Judío, dar una vuelta por la ciudad en su autobús turístico, ir al zoo, visitar el Museo del Cine, tomar un cóctel en Billy Wilder, desayunar un bagel de Berlín, ir de compras por el Ka De We, visitar la Puerta de Brandenburgo… aburrirse es imposible.

El principal inconveniente puede ser la época del año. Berlín es una ciudad bastante fría, con una temperatura media anual de 11 grados centígrados. Eso hace que sea imprescindible ir bien abrigado durante todo el año, especialmente en otoño e invierno. Su clima no tiene nada que ver con el de cualquier ciudad española.

Si buscas vuelos a Berlín para mejorar tu alemán cuanto antes, te recomiendo echar un vistazo a las ofertas de Lufthansa, una compañía aérea alemana con sede en Colonia considerada desde 2009 la aerolínea más grande de Europa.