La práctica totalidad de las ofertas de empleo exigen tener experiencia previa en el puesto, por lo que aquellos que se incorporan al mercado laboral se encuentran con una pescadilla que se muerde la cola: no encuentran trabajo porque no tienen experiencia y no tienen experiencia porque no encuentran trabajo, creándose así un círculo infernal del que parece imposible salir. ¿o no?

Tenemos a nuestro alcance los convenios firmados entre las universidades y las empresas por los que se permite realizar prácticas, remuneradas o no, en dichas empresas a estudiantes de últimos cursos de carrera o recién licenciados. Y esta es una oportunidad que deberemos aprovechar, ya que nos puede servir como puerta al mundo laboral.

Por otra parte, existen entidades, sobre todo fundaciones adscritas a entidades bancarias que ofrecen programas de becas para trabajar o realizar prácticas en el extranjero. Para ello deberemos solicitar aquellas becas que estén relacionadas con nuestro área de interés laboral y, de ese modo, obtener una experiencia que será bienvenida en nuestro curriculum.

No te olvides de tu red de familiares o conocidos. Probablemente en tu familia haya alguien que tenga una empresa o un despacho en el que puedas realizar unas prácticas o que pueda llevar tu curriculum personalmente a la empresa en la que está trabajando, con lo que será más fácil entrar en los procesos de selección de la misma.

También tienes a tu alcance los denominados Master en Management, MiM, que son estudios de corta duración que te permiten realizar prácticas en diferentes países, con lo que tienes a tu alcance la posibilidad de adquirir experiencia laboral.

Finalmente, si no puedes optar por ninguna de estas estrategias, deberás modificar tu curriculum, de forma que tus aptitudes personales, tu formación y tus capacidades llenen el espacio que correspondería a la experiencia laboral.