Cómo ayudar a un niño a estudiar en verano
Llega el final de curso y las ansiadas vacaciones, pero no todos los alumnos logran aprobar todas las asignaturas, y se verán obligados a repasar o estudiar durante el verano para poder hacerlo en septiembre. Esta idea no resulta agradable ni para los niños ni para los padres, ya que será necesario dedicarle un tiempo al estudio todos los días.

Sin embargo, si lo hacemos de modo correcto, toda la familia y especialmente los niños podrán disfrutar del verano. Sólo es necesario seguir unos pequeños consejos:

- Determinar un horario: Por la mañana, después de desayunar, cuando aún no hace mucho calor, es el mejor momento para ponerse delante de los libros. No sólo le resultará más fácil concentrase, sino que de ese modo tendrá tiempo para disfrutar de su tiempo libre durante todo el día. Una vez establecida la rutina, será más sencillo que el niño se ponga a estudiar.

- Tener un lugar de estudio: Ya sea en casa o en lugar de vacaciones, es necesario que el niño disponga de un lugar donde estudiar, tener sus libros y sus apuntes, de forma que sea más sencillo crear el hábito.

- Realizar un programa: Si el niño ha suspendido varias asignaturas, será necesario programar cuánto tiempo dedicar a cada una. Aunque el programa será nuestra guía y habrá que seguirlo en la medida que sea posible, también es importante ser flexibles para modificarlo de cara a algún acontecimiento imprevisto.

- Reducir la ansiedad: El estrés y la ansiedad juegan malas pasadas a los estudiantes y pueden ser responsables de muchos suspensos. Para ello será necesario no sólo estudiar con tiempo suficiente, sino evitar culpabilizar al niño por el suspenso o porque la familia no se pueda ir de vacaciones o haya que estudiar, así como evitar realizar una presión excesiva sobre él para que estudie.