Cómo empezar la universidad con buen pie
Después de cursar Bachillerato, superar la prueba de selectividad y solicitar y obtener plaza en la facultad que deseamos, llega el momento de ir a la Universidad.

Aunque es una transición natural y no suele presentar ningún problema, el sistema de funcionamiento de la misma, ya sea en cuanto a servicios, profesores, prácticas, secretaría, etc., no tiene nada que ver con el colegio o el instituto. Por ello, es bueno seguir una serie de consejos que nos ayuden a comenzar la Universidad con buen pie y lograr así aprovechar el año académico lo más posible.

Es importante que asistas a las primeras clases de las asignaturas, ya que es en ellas cuando los profesores dan información en torno a las fechas de las prácticas, métodos de evaluación, trabajos a presentar, pautas de trabajo, etc., información que puede suponer la diferencia entre un aprobado y un suspenso.

También es aconsejable que ubiques todos los lugares importantes de la facultad, especialmente si el campus es grande, como laboratorios, aulas, salas de reprografía y, por qué no, también la cafetería. De ese modo te evitarás dar vueltas y vueltas por los pasillos, llegar tarde a las clases, etc.

Debes también encontrar un ritmo de estudio que te permita llegar holgado a los exámenes. A menudo, la perspectiva de un examen a cuatro o cinco meses vista puede hacer que nos despistemos y cuando nos queramos dar cuenta se nos echen encima las fechas de exámenes. También debes respetar las fechas de entrega de los trabajos, que suelen ser importantes para aprobar la asignatura.

No dudes en utilizar todos los recursos a tu alcance como biblioteca, tutorías, seminarios y otros que te puedan ayudan a mejorar tus conocimientos sobre las asignaturas, especialmente los dirigidos a la aplicación práctica de lo que estudies.