
Si eres una de esas personas que trabaja en horario nocturno seguro que sufres las consecuencias fisiológicas que provocan este tipo trabajos. Nuestro reloj biológico interno nos indica cuándo nos tenemos que despertar y cuándo debemos dormir, la alteración de esta rutina repercute de forma muy perjudicial a nuestro organismo, en algunas personas de forma más acusada que en otras.
En este tipo de trabajos tienen unos síntomas muy claros como la dificultad para dormir, insomnio, irritabilidad, cambios de humor, estreñimiento, falta de apetito, fatiga y por supuesto estrés. Este tipo de efectos puede llegar a ser mucho más que una simple molestia ya que puede poner en peligro nuestra salud.
Tal y como está la economía actualmente, está claro que algunos trabajos merecen la pena de ser conservados, pero si comienza a afectar seriamente a tu salud es mejor que te replantes tus prioridades. Si te encuentras en esta situación debes saber que existen unos consejos que pueden ayudarte a hacer frente a los efectos de tu trabajo nocturno.
En primer lugar es importante llevar una alimentación sana y equilibrada por lo que conviene dedicarle tiempo a preparar tu comida casera y llevarla en una fiambrera, tu organismo te lo agradecerá. Comer a menudo a base de bocadillos en bares o restaurantes no es bueno.
Si a las cuatro de la madrugada sientes la necesidad de comer algún alimento, es preferible que sea algo de fruta, unas lonchas de jamón york o de pavo. Asimismo, conviene evitar los hidratos de carbono y el azúcar durante los trabajos nocturnos.
Otro aspecto importante es respetar los ritmos circadianos, es decir tu alimentación debe adaptarse a tu caso particular a tu horario. No olvides que siempre debes realizar como mínimo tres comidas principales al día y dos meriendas. Evita picar entre horas y por supuesto bebe mucho líquido, sobre todo agua, evitando las bebidas estimulantes y azucaradas.
![]() ![]() ![]() ![]() |





























































