Para qué necesitas un coach

Una empresa, y por tanto también sus empleados, necesita superarse, mejorar sus objetivos. Más aún en la actual situación económica que estamos viviendo, en la que se hace necesario trabajar más duro y mejor. Por eso muchas empresas están contratando a un coach (o entrenador) que ayude a la plantilla (especialmente al equipo ejecutivo) a potenciar sus capacidades.
Se trata de una alternativa que, cada vez más, contemplan los directivos de muchas empresas para conseguir que mejore la eficiencia de su equipo. Y es que recurrir al coaching es una opción real para muchos directivos en nuestro país. Pero, ¿qué es exactamente un coach?
Entrenados para ganar

Un coach no es otra cosa que un formador personal. Alguien que, gracias a su experiencia y determinadas técnicas, ayuda a los profesionales a averiguar dónde están sus puntos débiles y cómo pueden impulsar sus habilidades. El objetivo que se pretende es que sea el propio profesional el que, a través de la guía que le ofrece el coach, quien descubra sus deficiencias y lo que puede hacer para ser más eficaz.
Todos estos procesos darán como resultado una transformación de la persona, o del equipo de trabajo (los coaches no trabajan solo con personas sino también con equipos), que llevará a la empresa a tener más éxito.

Contratar un programa de coaching suele ser iniciativa de una empresa, ya que los precios no son precisamente asequibles para todo el mundo. Los coaches cobran en función de su experiencia y su tasa de éxito, pero las tarifas oscilan entre los 200 y los 1.500 euros por sesión. La mayoría de programas de coaching se desarrolla en unas diez sesiones, de aproximadamente una hora y media de duración, que suelen espaciarse en el tiempo a lo largo de seis meses. Los precios más altos se los llevan los programas de coaching destinados a altos ejecutivos y a equipos.





