Cuando decidimos preparar una oposición, nos damos cuenta de que con el temario que vamos a estudiar podríamos presentarnos a dos oposiciones a la vez, lo cual aumentaría nuestras probabilidades de éxito. Si, por ejemplo, opositamos a Administrativos, indudablemente nos surge la idea de preparar al mismo tiempo las de Auxiliares y aprovechar así lo estudiado.

Lo mismo ocurre si pensamos en presentarnos a oposiciones de diferentes Comunidades Autónomas, en las que sólo variará la parte referente a cada Comunidad en Concreto, mientras que el resto del temario, la parte general del mismo será común a todas las oposiciones.

Esta decisión, sin embargo, no es aconsejable si nos presentamos por primera vez a una oposición.

Al no estar familiarizados con el temario ni con la mecánica del examen, el esfuerzo puede ser demasiado y terminaremos por abandonar ambas oposiciones. Es una práctica más aconsejada para quienes ya se han presentado varias veces a una o ambas oposiciones.

Es necesario también organizarse a la hora de estudiar, sin saltar de una oposición a otra, porque terminaremos mezclando conceptos y el estudio no habrá servido de nada. Deberemos programas las sesiones de estudio para que queden bien definidas.

Lo ideal es comenzar estudiando la parte general del temario, la común a las dos, y después comenzar con la parte específica de cada uno. También deberemos diferenciar físicamente los apuntes, con colores distintos u otros elementos que nos permitan mejor distinguir los temarios. De ese modo quedarán mejor clasificados en nuestra memoria.

Si se acerca el examen y vemos que no nos da tiempo a preparar los dos temarios, deberemos decantarnos por aquel examen que llevemos mejor preparado y dedicarle todo el tiempo.