Cómo afrontar la época de los exámenes
Junio es un mes temido por los estudiantes. Llega el final del curso y, con él, los exámenes, algo que dispara los nervios estudiantiles hasta límites increíbles. Y es que hacer un examen, para demostrar lo que sabes y lo que has estudiado, no es plato de gusto para nadie.

Es entonces cuando aparece la temida ansiedad, debido a la presión que ejercen en nosotros factores como el tiempo o el miedo al fracaso. Cuando los niveles de ansiedad crecen de forma exagerada, puede suponer un problema para el rendimiento intelectual. Aquí tienes algunos consejos para superar sin problemas la época de exámenes.

Una buena actitud mental

Cómo afrontar la época de los exámenes
A la hora de enfrentarse a un examen, no solo hay que haber estudiado lo suficiente, sino también hay que estar preparado mentalmente para la prueba. El modo en que nos enfrentamos al examen, puede aumentar o reducir el nivel de estrés, lo que influirá en los resultados. A continuación te ofrezco unas recomendaciones prácticas para controlar la ansiedad.

Para empezar, hay que preparar el examen adecuadamente, estudiando de forma ordenada. Si estamos seguros de nuestro trabajo, controlaremos mejor el estrés. Busca el lugar adecuado, márcate un horario y respeta los momentos de descanso. Estudia y repasa la materia. Recuerda que existen trucos para memorizar textos.

El siguiente aspecto a tener en cuenta es la preparación mental que necesitamos. Estar bien preparados en este sentido nos ayudará a reducir los niveles de ansiedad. Puedes emplear alguna técnica de relajación como respirar adecuadamente. Evita los pensamientos negativos del tipo “no seré capaz de aprobar” y céntrate en cosas concretas que estés haciendo.

Nervios bajo control

El día del examen duerme lo suficiente. Lo que no hayas estudiado antes, no podrás estudiarlo cuando tan solo quedan horas para el momento crucial, así que relájate y acude con tiempo de sobra al lugar del examen. Ir a la carrera solo contribuirá a aumentar tus nervios.

Trata de no ponerte demasiado nervioso durante la prueba. Controla la respiración y dirige tus pensamientos al examen. Lee detenidamente las preguntas (muchos errores vienen por no leer con cuidado). Controla el tiempo que tienes para contestar, pero no te apresures a lo loco. Una vez terminado, lee el examen para detectar algún posible fallo. Por último, ve a celebrar que tienes un examen menos que hacer. ¡Te lo has ganado!