
En un post anterior te explicábamos los secretos para crear un portfolio digital que te ayude a destacar frente al resto de candidatos. En esta ocasión te explicaremos todos los consejos que necesitas saber para conseguir un buen portafolio en edición impresa que puedas entregar personalmente cuando vayas a una entrevista de trabajo, o bien acercarte a cualquier empresa a dejar tu curriculum.
El Portafolio es una de las cosas más valoradas por muchas empresas, especialmente cuando solicitan demostrar tu experiencia y tus conocimientos adquiridos. Esta presentación depende mucho de tu imaginación y de tu creatividad, y tu éxito con el departamento de recursos humanos estará determinado por lo que presentes.
Cuando comiences a desarrollar tu proyecto debes tener en cuenta que se trata de un trabajo de diseño más, algo tuyo personal que puedes modificar cuando quieras, así que no te estreses e intenta hacer del trabajo algo divertido. Incluso puedes pedir ayuda o consejo a tus profesores o amigos de confianza.
En las bibliotecas de las universidades suele haber libros que te servirán como fuente de inspiración. Si acabas de terminar tus estudios y todavía careces de experiencia puedes incluir en tu portafolio los mejores trabajos que has desarrollado durante tu carrera.
La portada de tu proyecto es fundamental, dedícale la importancia que se merece. Para ello escoge algo impactante que invite a la persona que lo sujeta entre sus manos a seguir leyendo. En el interior de tu proyecto toda la información debe estar perfectamente estructurada y por supuesto visualmente debe ser limpio y claro. En este caso es mejor que optes por el minimalismo, que tan de moda está últimamente. Además no olvides que tus trabajos deben tener una conexión estética entre sus distintas páginas.
Si tienes muchos diseños es mejor que sea selectivo y escojas solo los que más te gusten, tampoco es bueno que presentes una infinidad de diseños, con cinco o seis piezas de cada estilo es suficiente. Un buen formato para llevar tu portfolio son las cajas de presentación, o bien puedes llevarlo a una imprenta para que conviertan tu proyecto en una especie de libro, pero si no quieres que te salga tan caro puedes optar por introducirlo en una carpeta flexible.










