
Uno de los caballos de batalla de la mayoría de los estudiantes es lograr permanecer concentrados durante todo el tiempo que dedican al estudio, lo cual muchas veces no resulta fácil. En lugar de estudiar, nuestra mente se dedica a divagar y nos cuesta un amplio esfuerzo volver a concentrarnos en el libro o los apuntes que estamos estudiando. Esta dificultad es aún mayor si se trata de opositores, ya que deben dedicar muchas horas al día a estudiar, con lo cual es más fácil perder la concentración. Sin embargo, existen una serie de trucos que nos permitirán concentrarnos mejor y, con ello, rendir más en nuestros estudios:
- Lo primero es no ponernos nerviosos ni enfadarnos con nosotros mismos. Es normal que unos días estemos más concentrados que otros. Si nos resulta imposible estudiar ese tema, podemos realizar otra tarea más dinámica, como realizar un esquema o un mapa conceptual, que nos ayude a aprovechar el tiempo mientras nos mantenemos concentrados.
- Descansar cinco minutos después de cada hora de estudio. Aunque queramos apurar al máximo, ese pequeño descanso nos permitirá relajar y refrescar la mente. Lo mejor es salir del lugar de estudio, dar un pequeño paseo, mojarse la cara o realizar cualquier actividad que nos despeje.
- Cambiar de materia durante el estudio. El cambio activa de nuevo el cerebro y mejora nuestra concentración.
- En la concentración influyen también factores como el sueño (o la falta del mismo), la alimentación, la postura y el entorno. Por ello es necesario que pongamos atención a los mismos si queremos que nuestra concentración sea óptima.
- Intenta estudiar activamente. No hay mayor enemigo para la concentración que mirar un libro durante horas. Subraya, realiza esquemas, consulta bibliografía…, cualquier método es bueno para mantener la atención.










