Es muy frecuente escuchar a los expertos en recursos humanos que la clave para conseguir más productividad en una empresa es estimulando y motivando a los empleados. En este sentido, la retribución emocional es tan importante como la económica.

Unos consejos que en la teoría funcionan muy bien, sin embargo ¿cómo podemos ponerlos en práctica? Toma nota de las recomendaciones que nos dan expertos y gurús como Daniel Goleman.

Compromiso y trabajo en equipo

Uno de los pilares más importantes de la motivación es el compromiso, y para conseguirlo nada mejor que fomentar el trabajo en grupo. Involucrar a los empleados en la toma de decisiones de la empresa es un estimulo importante.

Fomentar la iniciativa de los trabajadores conociendo su opinión también es fundamental en la retribución emocional. Al igual que el optimismo y la persistencia del trabajo hasta conseguir alcanzar las metas fijadas.

Mientras que si hablamos de incentivos económicos, las compensaciones extrasalariales son un plus que constituyen un elemento diferenciador muy importante.

Rotación

Otros expertos en recursos humanos recomiendan la rotación de los trabajos para evitar que los empleados más antiguos se estresen con las mismas preocupaciones y tareas de siempre. Otro beneficio de la rotación en términos de productividad es que los empleados tienen que esforzarse por adaptarse a sus nuevas tareas.

La rotación evita que los trabajadores se acomoden en su rutina laboral de siempre, estimulando su rendimiento y potencial. Pero siempre teniendo en cuenta que la rotación implica también un proceso de adaptación a las nuevas tareas que requiere cierto tiempo.

Ilusión en nuevos proyectos

En definitiva, para conseguir empleados más productivos debemos tratar de transmitir a los trabajadores la ilusión de un proyecto, el compromiso mutuo entre ambos, el trabajo en equipo, y posibilidades reales de rotación y de mejora del puesto de trabajo.

¿Se te ocurre algún incentivo más?