
Muchas personas que deciden presentarse a una oposición no se pueden permitir abandonar su puesto de trabajo, ya que de lo contrario no podrían subsistir económicamente y no tiene más remedio que compatibilizar sus estudios con su trabajo. Aunque estudiar una oposición mientras trabajamos ocho horas no es tarea fácil, es posible si sabemos cómo gestionar tanto nuestro tiempo como nuestros esfuerzos. Además tiene la ventaja de que, como les ocurre al resto de opositores, no desconectan del mundo, lo cual puede ser un punto positivo a la hora de estudiar.
Una de las cuestiones principales sobre la que tendrás que decidir es a qué oposición te presentas; si lo haces a los cuerpos C o D necesitarás como mínimo un año y si opositas a cuerpos A o B el tiempo de estudio será mayor.
Esto es muy importante, ya que cuando sepas el tiempo que necesitarás podrás planificar tu tiempo de estudio, algo esencial para aprobar unas oposiciones.
Debes adecuar las horas de estudio a tu horario de trabajo. Si tienes jornada completa, sin descanso para comer o trabajas sólo media jornada, será más fácil porque tienes toda la tarde libre para estudiar. Si tienes jornada partida, la cuestión se complica un poco más, ya que deberás sacar al menos dos horas diarias de estudio, normalmente antes de irte a dormir y aprovechar los fines de semana. No dudes en grabarte los temas en el MP3 y escucharlos mientras vas y vienes del trabajo. Es una gran ayuda al estudio.
Finalmente, pero no menos importante, debes contar con el apoyo de tu familia. Trabajar y estudiar no deja mucho tiempo para hacer otras tareas del hogar y te quitará tiempo para compartir con tu familia, por lo que debes hablarlo antes con tu pareja o tu familia y explicárselo. De ese modo, con la vida familiar reorganizada, te será más fácil encontrar tiempo para el estudio.































































