El curriculum vitae es un elemento esencial a la hora de buscar trabajo, por lo que todos cuidamos minuciosamente su contenido para que sea lo más atractivo posible al empleador. Sin embargo, muchas veces se nos olvida que la forma es tan importante como el contenido, y de la elección correcta de la misma depende también nuestro éxito a la hora de encontrar un empleo.

Actualmente utilizamos dos tipos de curriculums:

- Curriculum on line: Tiene un formato establecido que nos permite concretar la información, por lo que es más fácil redactarlos. Además, la mayoría de las webs de empleo nos permiten redactar vario para poder adecuarlos a distintas búsquedas de empleo.

- Currículum tradicional: Si decidimos enviar un curriculum en papel, deberemos cuidar la apariencia y la organización del mismo, ya que estos destalles también van a influir sobre la persona encargada de realizar la selección.

En ambos casos podemos elegir dos formatos:
- Formato Cronológico: En él presentamos la información de nuestra carrera profesional de forma cronológica, comenzando por el puesto más reciente y terminando por el más antiguo. Este formato es muy adecuado para quienes tienen una larga trayectoria profesional, pero no para aquellos que comienzan la búsqueda de empleo o que cuentan con poca experiencia.

- Currículum funcional: Está destinado a recoger tus logros profesionales, aunque no se hace tanto hincapié en la empresa y el momento donde pudiste realizarlo. Este curriculum, además de hacer prevalecer las habilidades sobre la experiencia también es útil para aquellas personas que haya pasado largos periodos sin empleo, además de para aquellos que cuentan con poca experiencia.

Por ello lo más útil es redactar dos tipos de curriculum y, ante cada oferta de empleo, decidir cuál es el que más nos puede beneficiar de cara a la misma. De ese modo podremos ampliar nuestras posibilidades de encontrar un puesto de trabajo o mejorar el que ahora tenemos.