
Antiguamente, los alumnos que componían las aulas de las escuelas eran grupos prácticamente homogéneos tanto en su origen como en sus aptitudes. Hoy en día, movimientos sociales como la inmigración y la inserción de alumnos que antes se excluían de la enseñanza ordinaria hace que el profesor se deba enfrentar a un alumnado en el que se mezclan diferentes nacionalidades, estilos de aprendizaje, e incluso alumnos que presentan alguna discapacidad.
Para evitar que exista ningún tipo de discriminación y que todos los alumnos aprendan a respetar, aceptar, valorar y responder a las diferencias individuales y culturales de los alumnos, nace la atención a la diversidad.
Esto representa un gran avance en el ámbito de la educación ya que, anteriormente los alumnos que presentaban problemas de aprendizaje o comportamiento solían ser educados en centros específicos diferentes de los centros ordinarios. Nació entonces la idea de trasladar los recursos que se utilizaban en dichos centros a los centros ordinarios, de forma que permanecieran en los centros especiales los casos que presentaban mayor gravedad.
























































